Acondicionar cualquier espacio de exterior requiere un cuidado y unas precauciones extra debido a las inclemencias del tiempo (tratamiento especial de los revestimientos de piedra natural, mantenimiento de las piscinas de fibra…) y a la presencia de fauna no deseada (control de plagas), condiciones que nos obligarán a estar muy pendientes del mantenimiento y de elegir los materiales adecuados para ese espacio.
Inherente al ser humano se halla la búsqueda de la belleza y la armonía. Es cierto que en la incesante exploración se va plasmando en forma de obras de arte, esculturas, paisajes, edificios, ciudades, coches, barcos y también en los hogares y recintos abiertos, como las terrazas o los balcones.
De esta forma se van generando combinaciones de diferentes elementos que conforman un ambiente o clima específico que envuelve y traslada a aquel que lo disfruta.
En el caso de considerar el acondicionamiento o reforma de una terraza o balcón, la primera premisa que hay que considerar es la de determinar el objeto o el uso que se le va a dar a ese espacio. De este modo, toda la decoración y elección de elementos que vestirán el lugar serán armónicos y, lo que es muy importante, adecuados para el uso que se le va a dar. Las terrazas y los balcones son unos espacios que forman parte de las casas o edificios que admiten una gran cantidad de decoraciones, complementos o cerramientos, como el que se consigue al instalar este tipo de ventanas de pvc o alumino. Se pueden llegar a convertir en espacios de relajación y esparcimiento o incluso un lugar en el que compartir una tarde y una merienda a base de carne cocinada a la brasa con los amigos o los familiares.
Evidentemente, cada circunstancia obligará al dueño a seleccionar en función del espacio, de la distribución o del presupuesto del que disponga para invertir en la terraza o el balcón.
Materiales que se pueden usar
Una de las opciones más sobrias y elegantes que se pueden elegir son los revestimientos de piedra natural. La piedra natural, tanto para suelos como para paredes garantiza solidez y durabilidad del material que, además, es intemporal y no se pasa de moda.
Con el césped o hierba artificial se puede conseguir una estupenda zona de juegos para los niños, para dar color a la zona o simplemente para hacer del espacio un lugar más acogedor. Entre las ventajas que tiene el césped artificial destacan su fácil colocación, el mínimo mantenimiento que necesita, la limpieza y la durabilidad.
Si el espacio es suficiente y se encuentra dentro del presupuesto, las piscinas de fibra, prefabricadas en poliéster, pueden ser una elección muy acertada, sobre todo en los calurosos días de verano en zonas del sur de España, como Almería o Tenerife, los últimos de la primavera o los primeros del otoño. Además, estas piscinas pueden fabricarse en diferentes medidas y tamaños que se adaptan a todas las necesidades y huecos que se puedan encontrar.
Colocar plantas o árboles como adorno y como forma de vestir la zona añadiendo colores, formas, texturas y profundidades diferentes puede ser otra gran idea. Combinando la vegetación con el agua y la piedra se pueden lograr efectos muy naturales y relajantes. En el caso de jardines con vegetaciones espesas y frondosas es muy posible que haya que realizar un control de plagas rutinario, para eliminar o evitar la proliferación de insectos, como avispas o abejas, ratas o aves no deseadas.
Las pérgolas y las sombrillas son imprescindibles para las horas en las que el calor es más sofocante y los rayos del sol inciden más directamente. En cuanto a las pérgolas, existen diferentes modelos, tamaños y materiales. Incluso se puede plantear la instalación de una hecha a medida, en el caso de precisarse formas especiales o no convencionales. La elección del material también es importante (las pérgolas de madera, requieren más mantenimiento que las de metal).