El verano se está acercando a pasos agigantados y cada vez más ansiamos poder disfrutar de un buen chapuzón en una piscina. Es por ello por lo que ahora que se acerca la época estival empiezan a surgir una infinidad de encargos para instalar piscinas en diferentes urbanizaciones y fincas privadas. Un trabajo que bien se podría hacer durante el invierno y así distribuir mejor el trabajo, sobre todo, por parte de los constructores, pero que, como toda moda, solo nos acordamos de ella cuando se acerca el tiempo en el que verdaderamente esperamos tenerla a punto.
Una piscina es una de las instalaciones de ocio más saludables que podemos tener en nuestra vivienda y es que gracias a ella y, por supuesto, a la práctica de la natación, podremos fortalecer nuestros músculos, así como prevenir una serie de dolencias que a la larga nos acaben afectado a nuestra salud de forma grave. No obstante, a una piscina le podemos sacar mucho más partido del que creemos, por ello, a continuación, os proponemos una serie de reformas que os harán revalorizar de forma considerable vuestra piscina.
Construir o reformar una piscina no es una obra barata y es que ya para empezar deberemos de vaciar toda la cuba de agua para proceder a realizar las obras y luego volver a llenarla. Esto es algo que debemos de tener muy en cuenta ya que nos ocupa un buen puñado de tiempo y, por supuesto, de dinero. Por ello, para poder rentabilizar al máximo las oportunidades que nos brinda una instalación de este tipo debemos de ser imaginativos y sensatos. Y es que, si bien es cierto que el punto álgido de uso de una piscina es en el verano, también debemos de tratar de potenciar ese uso durante todo el año y, para ello, lo mejor que podemos hacer es invertir en cubrir la instalación, de tal forma que los cambios climáticos no nos afecten y podamos disfrutar de un buen baño cualquier día del año. Una tarea que Pipor nos lleva a cabo desde 3.000 euros, motivo por el cual os lo recomendamos y es que ofrece una de las tarifas más bajas del mercado, así como la garantía de haber realizado con éxito un gran número de proyectos de este tipo.
Otra de las formas de rentabilizar nuestra piscina es la de añadirle utilidades y es que además de nadar o de disfrutar de la compañía de nuestros amigos con diferentes accesorios como porterías hinchables, redes, balones y un largo etcétera, también podemos disponer de ella para gozar de un buen masaje. Para que esto sea así podemos instalar de obra, o como reforma, una serie de chorros que vayan dirigidos a nuestra espalda y que nos relajen, así como también podemos optar por instalar una pequeña fuente que nos lance un chorro agradable de forma directa a nuestro cuello. Sin duda alguna, esta es una de las mejores formas que tenemos para darle una nueva utilidad a nuestra piscina, no obstante, toda reforma que hagamos en ella, siempre debemos de hacerla de acuerdo con la legalidad vigente para que no nos pase como ocurre en Galicia, donde Hacienda ha destapado casi 6.000 piscinas en Galicia que no estaban declaradas, gracias a las nuevas tecnologías de control.
Otra reforma que podemos llevar a cabo en nuestra piscina y que también se agradece para poder rentabilizarla y, en muchos casos, para disfrutar de una bonita y relajante experiencia es la de añadir puntos de luz que nos permitan poder nadar durante la noche o, simplemente, disfrutar de un agradable baño bajo las estrellas, algo que es muy recomendable y que, una vez más, nos abre un nuevo campo de disfrute de nuestra piscina.
Si tienes niños no sotierres tu piscina
A todos nos gusta poder disponer de una piscina a nivel del suelo y es que de esta forma podremos tirarnos directamente a ella o disfrutar de una instalación que no desentona con el resto de la decoración de nuestra finca. Sin embargo, la realidad es que, si tenemos niños pequeños, esta no es una buena idea ya que por un descuido o por un tropiezo, estos se podrían caer dentro de ella y vivir una desgracia o por lo menos un importante susto. Asimismo, para los que ya la tenéis soterrada y no tenéis capacidad de dejarla en altura, una solución provisional, mientras no crecen o aprenden a nadar, a este problema es la de vallar el contorno con algún tipo de elemento de decoración que nos garantice que no pasarán los más jóvenes.