Se acerca la festividad de Todos los Santos y esta es una fecha estupenda para organizar en casa una fiesta de Halloween con nuestros hijos y sus amigos. Halloween, significa “víspera de todos los santos” y se refiere a la noche anterior al día de Todos los Santos, por lo que lo indispensable es que la fiesta cumpla los dos requisitos, que tenga lugar el día 31 de octubre y que sea de noche, además de disfrazarse de algún personaje tenebroso y ambientar la casa con una decoración adecuada.
Vayamos por partes, los disfraces podemos adquirirlos en La casa de los disfraces, una tienda de disfraces especializada que lleva más de 25 años al servicio de sus clientes y, que además de sus tiendas físicas en Sevilla, cuenta con una tienda online donde dispone de un amplio catálogo de disfraces, organizado por géneros y temática. Además, como toda fiesta necesita de una buena decoración, tenemos que prever la compra de guirnaldas, farolillos, piñatas, confetis, globos, platos, vasos, etc.
Además de lo mencionado, la decoración de la casa podemos realizarla con calabazas iluminadas, globos, telas de araña, velas encendidas para dar una ambientación lúgubre, etc. La música es algo esencial para mantener el ambiente terrorífico, por lo que también podemos poder música ambientada en películas, pero ahí llega el problema, si subes un poco el volumen del equipo de música, al ser de noche, los vecinos van a protestar, para ello lo mejor es que antes de la fecha prevista lo pongamos en conocimiento de la comunidad de propietarios y solicitar su permiso o autorización, aunque el ruido solamente vaya a afectar a un solo vecino, antes de que alguno vecino llame a la Policía Local y presente una denuncia ante la misma por hacer ruidos durante la noche incumpliendo la ordenanza de 25 de Febrero de 2011 de protección contra la contaminación acústica.
Según la normativa de la Ley de Propiedad Horizontal, la comunidad de propietarios por mayoría puede apoyar al vecino o vecinos afectados y que sufren los ruidos causados por un propietario de vivienda o por su ocupante; en este caso se acordaría iniciar acciones legales contra el mismo. La mencionada ley prevé que el presidente de la comunidad requiera por escrito al vecino causante de las molestias al resto de propietarios, para que en un breve plazo cese en las mismas. Si el vecino ruidoso desoye las quejas y no atiende a este requerimiento por escrito, el presidente convocará una nueva reunión de propietarios para acordar exigir ante el juzgado competente el cese de las molestias por ruido por parte del vecino, pudiendo además presentar una reclamación de indemnización de los daños y perjuicios, debido a los ruidos sufridos, así como ejercer la acción de privación de la vivienda por un periodo de tiempo no superior a los tres años, contra el propietario del inmueble o su ocupante.
Se recuerda que ya no es necesario que se superen los niveles de ruido permitidos para poder demandar a un vecino por ruidos. Por la vía civil, se entiende además que no se deben producir molestias que puedan evitarse, es decir se puede demandar a un propietario u ocupante porque se escuchen ruidos que puedan evitarse, o porque no se toman las medidas oportunas para evitar que esos ruidos afecten a los vecinos, hablamos en este caso de los ruidos producidos por los hijos del vecino cuando están jugando o correteando por el pasillo de la casa, o los producidos por los animales de compañía, como los ladridos de un perro, los cantos de los pájaros, etc. Como se puede apreciar el derecho de un vecino a que sus hijos jueguen y disfruten, o los deseos de otra persona a estar acompañada en su día a día por un animal de compañía, no debe menoscabar o contraponerse al derecho que le asiste a cualquier vecino y a toda su familia a disfrutar en su vivienda del descanso que necesita, dejando atrás las molestias y los daños a su salud.
Consejos para evitar ser denunciado ante posibles ruidos
A nadie nos gustaría que un vecino nos denunciase por hacer ruidos, sin embargo, todos somos conscientes de que en algún momento de nuestras vidas podemos tener una fiesta en casa y que, por mucho cuidado que pongamos, algo siempre se escuchará. Para evitar problemas, lo mejor que podemos hacer es prealertar a los vecinos de que tendremos una fiesta, así como, si lo consideramos oportuno, pedirles que firmen un documento en el que autorizan la fiesta, puesto que de lo contrario nos podríamos encontrar con la desagradable sorpresa de que nos apareciese la policía en casa.