Hay muchas cosas de las que se puede hablar en lo que tiene que ver con la comodidad que se desprende de una vivienda o edificio. Normalmente, se tiende a hablar de decoración, de precio, de amplitud… pero, ¿Qué hay de la seguridad? No cabe la menor duda de que estamos hablando de uno de los aspectos fundamentales para garantizar la habitabilidad de un edificio. Y está claro que hay que promover todo lo que tenga que ver con ella. La seguridad de la gente ha de ser lo más importante en una vivienda y, para ello, las reformas son las herramientas encargadas de conseguirla.
Vivimos en un país en el que hay muchos edificios que se están empezando a quedar obsoletos por culpa del simple paso de los años y del desgaste lógico que van sufriendo los materiales con los que fueron levantados. Fue a mediados del siglo pasado cuando empezó a desarrollarse en España el boom de la construcción. Todos esos edificios tienen ya una edad considerable y, como es lógico, hay que analizar su estado de salud para poder llevar a cabo posibles arreglos. Esa actividad ha pasado desapercibida con el paso de las décadas y es ahora cuando parece que nos estamos empezando a dar cuenta de la relevancia que eso conlleva.
Según una noticia publicada en la página web de El Español en abril de 2021, la rehabilitación de edificios seguía siendo una asignatura pendiente en el interior de nuestras fronteras en tanto en cuanto son 9’4 millones de edificios los que necesitan una reforma urgente. Se trata de una cifra bastante considerable y que nos tiene que hacer recapacitar en cierta medida. Debe existir un plan estratégico a nivel estatal que promueva esto y que se encargue de verificar que se está llevando a cabo la reforma de miles de edificios españoles.
Es cierto que nos estamos tomando mucho más en serio este asunto en los últimos años. Esa es la conclusión que podemos extraer de la noticia que os vamos a enlazar a continuación, publicada en el diario El País, y que habla de que la reforma de casas y edificios había crecido en un 14% en nuestro país en el primer trimestre del año 2021. Es una cifra para la esperanza y que deja claro que ahora sí que estamos volcados con este tema, algo en lo que ha sido verdaderamente importante el empuje dado por la Unión Europea.
Una de las primeras cuestiones en las que nos centramos a la hora de acometer la reforma del hogar tiene que ver con los suelos. Los pavimentos de calidad se han constituido como una de las grandes necesidades de los inmuebles actuales y, entre ellos, según indican las cifras de la demanda de los diferentes servicios de Briconeo, destaca especialmente el parquet. Y es que, ya que se meten en una reforma, los dueños y propietarios de las viviendas apuestan por beneficiarse de la comodidad de este tipo de pavimento.
Las paredes también son de la máxima importancia
Al igual que el pavimento, las paredes de un edificio tienen un papel de enorme valor a la hora de garantizar la comodidad de las personas que viven en él. Son claves para garantizar el aislamiento tanto térmico como acústico del lugar y no cabe la menor duda de que eso supone una mejora considerable en lo que respecta a la calidad de vida del lugar. Además, hay que tener en cuenta que es en las paredes donde solemos observar los primeros signos de desgaste en los materiales con los que se ha construido nuestra casa o nuestro piso. Es en ella donde suelen hacer acto de aparición las grietas. No obstante hay que tener cuidado, porque si en lugar de tener la pared al aire tienes estucado, o papel pintado, es posible que no veas las imperfecciones de la pared tan fácilmente. De hecho, una de las habitaciones donde las paredes más sufren son los baños y, en ellos, la costumbre es instalar azulejos cerámicos en paredes y suelos para evitar humedades en la pared, aunque actualmente existe este tipo de papel pintado para baños que ya está preparado para proteger el área de humedades y otros problemas relacionados.
Hay que tomarnos en serio asuntos como estos y, cada número determinado de años, solicitar una revisión a gente que se encuentre especializada en la materia. También nos estamos acostumbrando a ello en el interior de nuestras fronteras y ojalá que lo sigamos haciendo. Sigue habiendo mucho trabajo por delante con una cantidad muy grande de edificios que, como antes hemos comentado, se construyeron hace demasiados años sin que nadie o prácticamente nadie haya revisado su estado desde entonces.
Los países de nuestro entorno tienen, por el momento, una mayor cultura rehabilitadora que España. Pero está claro que eso está en visos de cambiar dada la apuesta de nuestra gente por la rehabilitación de edificios. Es una de las maneras en las cuales nos hemos ido equiparando al resto de Europa y lo que nos ha permitido quitarnos el sambenito de país que opera con cierto retraso con respecto a su entorno. Ojalá que sigamos por este camino durante los próximos años y que sigamos demostrando que nos hemos europeizado de una manera sólida.