Los trasteros se han convertido en piezas únicas. Si antes se preguntaba por el número de baños o por la plaza de garaje, ahora cuando alguien va a comprar o alquilar un piso, lo primero que pregunta es si tiene trastero. Y es que nuestras vidas van perdiendo espacio pero van acumulando objetos. Las viviendas son más pequeñas pero nosotros cada vez necesitamos más cosas. Por ejemplo, cuando somos padres vamos a necesitar un camión para almacenar todos los objetos del niño. Incluso ahora con el teletrabajo se necesita más espacio en las casas.
Por este motivo, los trasteros se han convertido en espacios muy valorados. La rentabilidad es muy alta. Incluso ofrecen más de un 15% para aquellos que optan por comprar uno y destinarlo al arrendamiento. Sin embargo, el trastero es también una fuente de controversia para aquellos que desean darle otra finalidad al margen de su uso convencional. Sobre todo en las comunidades de vecinos, por eso, deberías saber qué dice la ley horizontal de propiedades sobre esto. Así, en la próxima reunión de vecinos podrás aportar argumentos.
¿Seguro o no?
Lo primero que tienes que saber que no existe ninguna obligación normativa que indique que los trasteros deban estar asegurados. Pero es cierto que algunos seguros del hogar incluyen el trastero o que, incluso, estos pueden formar parte del contenido asegurado por la comunidad de vecinos. Por eso, dependiendo de los objetos que vayamos a dejar, dependerá si lo aseguramos o no. Y es que si vamos a bajar la silla del niño que nos valió 1.000 euros, el viejo televisor o la Termomix, pues oye, claro que habría que hacerlo.
¿Puede ser una vivienda?
En un capítulo de La Que Se Avecina vimos cómo algunos de los vecinos se metían a vivir en los trasteros. ¿Se puede? Pues curiosamente la ley no dice nada, aunque es cierto que es complicado de hacer. Los inquilinos lo pueden probar pero estos espacios no cuentan con cédula de habitabilidad, por lo que primero se deberá acudir a un profesional, «para que realice el proyecto y luego contar con la licencia del Ayuntamiento. Además, la comunidad tiene que dar orden de que se puedan hacer obras, y supongo que nunca saldrá adelante. No es muy normal que pase esto, pero es cierto que vivimos en un mundo que se puede ver de todo. En lo que no se puede convertir es en una oficina ni en local comercial.
Lo que no se puede hacer
Ya puestos a decir las cosas que no se pueden hacer en un trastero, tienen que quedar claras algunas cosas. No se puede poner un aparato eléctrico de uso continuado, ya que estaríamos consumiendo la electricidad que paga toda la comunidad. Por ejemplo, no se puede instalar frigoríficos o congeladores. Esto es algo que los vecinos más jetas suelen hacer y que hay que controlar. Hasta el punto de que en algunos sitios, no ponen tomas de electricidad. Y ya no solo es por la cuestión económica, sino porque pueden producir un incendio.
Tampoco se pueden almacenar productos tóxicos o peligrosos, tanto para la salud o porque puedan suponer un peligro para las personas o el edificio. Es algo que hay que controlar porque puede acabar en una tragedia.
En los trasteros tampoco se puede reparar cualquier tipo de aparato, entre otras cosas, por la peligrosidad del uso de líquidos inflamables. Hay algunos casos de gente que se ha dedicado a hacer labores de bricolaje.
Tampoco se puede tener un gimnasio. Hay personas que usan estos espacios como zona recreativa y de ocio y se instalan un gimnasio. Es algo que también se tendría que denunciar en las juntas.
Alquiler de trasteros
En los últimos años se ha puesto de moda una práctica muy recomendable, el alquiler de trasteros. Y es que cada vez nos hemos juntado con más artículos y las casas son más pequeñas. En este caso la legislación no dice nada, pero hay empresas que trabajan muy bien y lo tienen todo controlado. Como indican desde Trastero Box, este alquiler te incluye una alta seguridad, mucho más que la que puedes tener en un trastero de tu comunidad. Lleva incluida una alarma antirrobos, vigilancia 24h y seguro incluido. Además, de un sistema contra incendios.
¿Y esto lo puede hacer un particular? Pues hay que mirar si el trastero está o no escriturado junto a la vivienda, pues si está anejo deberá segregarse antes de que se proceda a la venta, lo que puede modificar la cuota de participación del propietario.
Como puedes comprobar, la ley deja algunas lagunas sobre los trasteros, pero en otros aspectos lo deja todo bien claro.