Dicen que nos estamos americanizando y que las fiestas yanquis están copando el panorama nacional y yo digo ¿y qué?. No se trata de perder la identidad cultural de las tradiciones de los diferentes países que hay en el mundo, que no son pocos, si no de que si hay algo que gusta a los más pequeños y hace que sonrían por más de 10 minutos a mi me parece bien aceptarlo y me da igual si lo llaman globalización o no.
Llega el día de todos los santos y con él la noche más espeluznante del año, Halloween. El 31 de octubre, poco a poco, se está convirtiendo en un día más de fiesta en España donde los más pequeños se disfrazan de los monstruos y fantasmas que más les gustan y buscan esos dulces por las casas o se divierten en fiestas temáticas.
Desde aquí proponemos a las comunidades que aparquen ese sentimiento nacional que nadie les está diciendo que no puedan tener y que se abran a una fiesta tan pagana como lo puede ser Carnaval y dejen que todos se olviden de los problemas por unas horas. Se puede decorar el patio de la comunidad, las zonas comunes y preparar una pequeña fiesta infantil. Incluso los más mañosos pueden crear un pequeño foso del terror donde los zombies de 6 años pueden asustar a los más mayores o viceversa.
Y ahora muchos dirán que preparar eso es mucho dinero o que no tienen tiempo para hacerlo pero desde aquí opinamos que todo eso son excusas. Hay miles de webs en Internet donde te muestran cómo realizar adornos, dulces y muchas más cosas con muy poco dinero. Disfraces hechos con papel higiénico, periódicos, camisetas viejas o retales de la abuela, y si es verdad que no tienes tiempo,todas las tiendas promocionan ya sus colecciones especiales de Halloween. Una de las mejores que hemos visto es la de La Casa de los Disfraces, una web donde por precios muy competitivos podrás adquirir todo lo que necesitas, desde disfraces a menos de 10 euros hasta decoración, complementos y efectos especiales.
Este tipo de fiestas no sólo sirven como punto de partida a la diversión sino que también es un modo de unir a la comunidad para poner en marcha algo para todos y por todos los vecinos. Aunar posturas dispares, aunque sólo sea sobre si poner más o menos calabazas o pintar el cartel de un color u otro,puede dar pie al entendimiento que luego necesitarán los vecinos a la hora de decidir temas mucho más importantes con opiniones contrarias como puede ser el arreglo de la escalera, la piscina, o la limpieza del local común por ejemplo.
Algunas ideas que me parecen estupendas para crear esa fiesta fantasmagórica son las que tienen que ver con la unión vecinal. Me refiero a la organización de una cena fría al lado de la zona de juegos infantiles donde las salchichas son dedos sangrientos y el postre parecen ojos sacados de sus cuencas, a la creación (como hemos dicho) de un pequeño foso del terror creado a partir de telas oscuras y con niños escondidos en las esquinas preparados para dar el mejor alarido de sus vidas y, por supuesto, me refiero a organizar un concurso de disfraces originales donde los pequeños compitan por un lado y los adultos por otro para hacerse con el ansiado título de tener el disfraz más terrorífico de la noche.
Y ahora muchos dirán que la organización de eventos en la comunidad también trae problemas y discusiones pero si no son capaces de ponerse de acuerdo en algo así ¿cómo van a serlo ante roturas, arreglos o mejoras? Puede que este tipo de cosas sirvan como ensayo y puede que, además, hagamos felices por una noche a más de una persona que tenga ganas de pasarlo bien y de disfrutar un poco sin pensar en todas esas cosas malas , que sí dan realmente miedo en esta vida, y que parece que no vana a acabar nunca.