Son muchas las dudas que surgen cuando nos metemos en reformas. Y más aún si dependemos del seguro. Por eso, desde hoy queremos analizar cada caso que nos envíes para saber entre quien nos movemos. Así podremos saber qué hacer en cada situación. Una especie de guía para saber desenvolvernos y no vernos perjudicados. El primer caso de hoy es sobre cuando de repente una gotera aparece en tu cocina, y claro está tú no tienes nada que ver.
Este caso que nos llegó a nuestro correo electrónico es muy curioso y sobre todo es muy práctico porque nos puede pasar a cualquiera. Todo ocurrió durante un invierno en el que estuvieron en obras en el tejado del edificio de una comunidad. Nuestros protagonistas descubrieron cómo de repente en su techo y en una parte de la pared habían salido manchas de humedad. Lo primero que pensaron es que se trataba de algo suyo, pero a los dos días una carta de los Administradores les ponía en orden. “Si alguien ha visto que después de las obras de reformas tienen un problema de humedades o de goteras, por favor que se pongan en contacto con nosotros”. Pues dicho y hecho. Llamada para decirlo y así comenzó la odisea.
En primer lugar porque ya sabemos que esto no va deprisa, todo lo contrario, y menos cuando es el seguro el que tiene que pagar. Y es aquí donde comenzó el caso que queremos analizar de cómo un seguro no puede actuar de la siguiente manera. Un buen día recibo la llamada del pintor del seguro, que se iba a presentar para pintar. ¿Ya? Pensé yo, sin mirar colores ni nada. En fin, lo dejé a la buena voluntad. Una vez que estuvo en casa analizó la mancha y todo fueron pegas. Sus argumentos fueron que el seguro se hacía caso de las dos goteras pero en este caso que todo se tenía que pintar del mismo color.
Algo que me sentó muy mal porque esto no es así. El color de la pared es blanco roto, y el del techo blanco. Además, el de la pared es de una modalidad especial al ser de cocinas. “Esto es lo que hay”, me dijo, no antes sin darme una alternativa. “También puedes coger la indemnización de 60 euros y pintarlo tú”. Me quedó a cuadros. No entiendo que pintar un techo entero y media pared se pueda solucionar con 60 euros. Nada más que se fue el ‘artista’ entré en la web de Pintores González, y comprobé que ese dinero que me había ofrecido era un insulto tanto para mí como para el de los profesionales.
Como es lógico no quedé nada satisfecho y llamé a los Administradores para poner una queja. En seguida mandaron a otro particular, y en este caso no puso ninguna pega, y como es lógico, me dijo que la primera ley del pintor después de una reforma o una intervención es dejarlo todo como lo habían encontrado. Y si mi pared estaba de colores diferentes pues hay que pintarlos de dos colores, por mucho que se parezcan o “que sean casi iguales” como me dijo el pintor del seguro.
Y si eres arrendado
EN este caso, el afectado era el dueño de la casa, pero si eres arrendado, tienes que saber que pasa lo mismo. Como bien sabes, el arrendador está obligado a realizar las reparaciones necesarias para conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad para servir al uso convenido. Para ello, y de acuerdo con la ley, hay que poner la disposición a facilitarle la comprobación, ya sea por usted misma o por los técnicos que designe, de los defectos existentes para que proceda a las reparaciones oportunas. Así sería la carta que nos recomienda OCU que hagamos llegar a nuestro casero.
Ya has visto que no va a ser fácil lidiar con las aseguradoras. En el caso de hoy hemos visto como no le pusieron ni una sola pega en la teoría pero luego en la práctica sí fueron muchas. Las compañías aseguradoras consideran que la aparición de goteras en el domicilio causadas por fenómenos meteorológicos, obedece más que a la acción propia del agua o la nieva, al inadecuado mantenimiento de nuestras instalaciones o al quebranto de su óptima estructura. Por eso hay que analizar cada punto.
Por ejemplo, , nuestra aseguradora nos va a reparar los daños producidos por la gotera, tanto en escayola, como en suelo si tenemos parquet por ejemplo, así como también aquellos daños originados en mobiliario o enseres, sin embargo, nosotros vamos a tener que reparar lo que provoca que haya goteras, sean tejas fracturadas o cualquier otra circunstancia.