A nadie le sorprende que diferentes estudios hayan valorado la tremenda diferencia que supone vivir en una casa con jardín con respecto a la vida en un pequeño piso. La llegada del coronavirus en marzo del año pasado y la cuarentena a la que nos vimos sometidos a causa de ello hizo que tuviéramos en cuenta esta diferencia viéramos a las claras que no son las mismas comodidades las que se disponen en un sitio y en otro. Estamos convencidos de que muchas de las personas que habéis empezado a leer este artículo os habéis dado cuenta de lo que os acabamos de transmitir.
Estas diferencias han existido y existirán siempre. No podemos hacer nada para impedirlo. Pero sí que se puede hacer algo en lo que tiene que ver con las medidas de protección que se pueden tomar en uno y otro sitio ante el coronavirus. A nadie le extrañará que digamos que en una comunidad de propietarios es mucho más fácil contagiarse que en un barrio donde las casas son de gran tamaño. Principalmente porque en una comunidad hay zonas comunes por las que transita mucha gente todos los días, lo que puede dar lugar a una incidencia bastante mayor del virus.
Hay zonas de nuestro país en las cuales es bastante común la vida en vertical, en bloques de edificios y comunidades de vecinos. Ese ha sido uno de los motivos por los cuales nuestro país ha sido tan gravemente afectado por el coronavirus. Un ejemplo de ello lo tenemos en el sur de la Comunidad de Madrid, en municipios como Getafe, Parla, Fuenlabrada o en distritos como Carabanchel, Villaverde, Usera o Vallecas. Por eso, no parábamos de encontrarnos con noticias como la que os enlazamos a continuación (publicada en la web de la Cadena Ser) y que hacía referencia a un aumento de incidencia del virus en alguna zona del sur de la Comunidad de Madrid.
En lugares como este, la situación en los hogares era muy parecida a la que se describe en esta noticia que os enlazamos de eldiario.es. Cuando apenas llevábamos una semana de cuarentena, este medio se preocupó por esas diferencias que antes comentábamos acerca de sobrellevar una situación así en un pequeño piso o en una casa con todas las comodidades. Está claro que no es lo mismo, ni en lo que tiene que ver con la comodidad y en lo que está relacionado con la salud mental y psicológica de las personas que habitan ambos tipos de hogares.
En las comunidades de propietarios, lugares en los que se ha tenido que tener un especial cuidado a la hora de prevenir contagios por coronavirus, ha hecho falta mantener un mayor control de la higiene en espacios comunes. Y eso lo han notado entidades y organizaciones que se encargan de proveer esos productos de limpiezas que tan necesarios han sido durante el último año. Desde Liquistocks nos han transmitido que los lotes de productos relacionados con la higiene han multiplicado su venta entre las comunidades de propietarios desde marzo del 2020. Eso ha permitido que lugares como estos hayan tenido en su mano que no siguieran creciendo los casos de coronavirus en su interior.
Sin higiene, el desastre estaría asegurado
Es momento de reconocer la importancia tan grande que ha tenido la higiene a la hora de garantizar la seguridad de nuestra ciudadanía durante la pandemia. Está claro que, sin este elemento, el número de contagios y muertes hubiese sido absolutamente increíble, mucho más grande de lo que ya ha sido de por sí. Solo tenemos que echar un vistazo a lo que ha ocurrido en países como la India o Brasil, lugares en los que la pobreza es extrema, donde la gente vive en muchos casos hacinada y donde la higiene pública suele brillar por su ausencia en muchas zonas.
Es cierto que le estamos dando la vuelta a la situación gracias al ritmo cada vez más rápido de vacunación, pero hay una cosa que es evidente y de la que no nos podemos olvidar: el coronavirus seguirá estando presente en nuestros pueblos y ciudades y un elemento como la higiene seguirá siendo fundamental para esquivarlo aunque ya tengamos la pauta completa de vacunación en nuestro cuerpo. Y además, conviene no olvidar que una higiene cuidada garantiza una mejor comodidad de vida y previene la aparición de otro tipo de enfermedades.
Incluso de las situaciones más difíciles se puede sacar una moraleja que nos permite mejorar en lo que a nuestra vida se refiere. Un ejemplo es la pandemia que venimos viviendo desde hace más de un año. Esta situación nos ha permitido valorar a todos y todas la importancia que tiene la higiene en nuestras vidas. Y seguro que, con ella en mente, somos capaces de evitar problemas de salud futuros. Siempre es difícil quedarse con algo bueno en situaciones así. Pero, en lo que concierne al coronavirus, está claro que podemos sacar un gran rédito del aprendizaje que llevamos acumulado en los últimos meses.