Las nuevas tecnologías nos han facilitado la vida hasta puntos inimaginables. En mi último viaje a Corea, fui a visitar a unos amigos y me di cuenta que las cerraduras de todo un bloque de pisos (y no era nada pequeño) se abrían únicamente mediante la huella dactilar, siendo un código la segunda opción de desbloqueo.
Ríase la gente de tener que llamar al vecino, tu madre o tu amigo para que te de la llave de emergencia. O como yo hace unos años, que tenía un perro que sabía abrir y cerrar puertas, por lo que si alguien de mi familia nos dejábamos la llave por dentro, no había problema alguno y no se tenía que llamar al cerrajero.
Pero la tecnología ha avanzado hasta puntos en los que su uso se dedica a hacer reír, un buen ejemplo de ello es la gran cantidad de videos que nos envían por WhatsApp, Facebook, Instagram… El uso de las nuevas tecnologías había sido desvirtuado para revestirlo de una camisa de humor, que es extremadamente necesario.
Centrándonos en el tema del artículo, muchas veces nos encontramos con que tenemos o debemos reformar una vivienda, piso o estudio. Existen reformas sencillas que puedes hacer tu mismo, como pintar, arreglar un fregadero o cambiar el mobiliario. Pero para las tareas más serias hay que buscar a especialistas.
De lo contrario podemos pasar por un viacrucis de situaciones dolorosas para nuestra casa, tiempo y bolsillo. En concreto, no saber cuáles son los pilares fundamentales de una vivienda, las paredes que comunican con espacios comunes o, simplemente, no tener en cuenta hasta dónde se puede construir, acarrean problemas con la comunidad de propietarios que suelen derivar en pleitos. Recordemos que los procedimientos judiciales de este estilo suelen ser bastante caros por ser las cantidades de las reclamaciones elevadas.
También hay un aspecto fundamental en las viviendas que hay que saber, y es que hay algunos edificios que tienen una especial protección por ser parte del Patrimonio Histórico y cultural. Esto es importante ahora que muchas empresas y particulares deciden reformar edificios con mucha historia para crear centros de negocio o viviendas.
Un ejemplo de esto es la restauración y integración de espacios modernos en edificios históricos que identifica a Mercer Sevilla, un hotel boutique de lujo cinco estrellas situado en el corazón del centro de la histórica ciudad de Sevilla, pensado para satisfacer la búsqueda de exclusividad y de una experiencia singular.
Con el objetivo de saber cuándo se puede reformar una vivienda o no, hoy os traemos un artículo en el que hablaremos de los puntos a tener en cuenta para que no haya problemas a la hora de solicitar las licencias, de esta manera nos ahorraremos posibles pleitos con vecinos o comunidades de propietarios.
Límites a las reformas
Cada municipio establece en sus ordenanzas las limitaciones en cuanto a reformas de viviendas y otros espacios. Las limitaciones de reforma se recogen en las ordenanzas municipales, y los permisos para realizar obras se solicitan en el ayuntamiento, que es el lugar en el que conocer qué se puede hacer y qué no en una vivienda o en un edificio, aunque existen limitaciones a las reformas completas de la vivienda.
Los muros de cara y elementos estructurales cumplen funciones muy importantes en el edificio, por ello suelen ser uno de los elementos que, con frecuencia, más problemas dan cuando se plantea reformar una vivienda. De nuevo, hay que solicitar permisos y licencias, y contar con asesoramiento profesional para realizar las obras, teniendo en cuenta que quizás el proyecto final se desvía del objetivo.
Respecto a las fachadas de edificios, todos los cambios y reformas de vivienda que afecten a la fachada o que modifiquen de alguna forma el aspecto exterior de la casa presentan limitaciones. Especialmente cuando la fachada pertenece a una comunidad de vecinos o cuando se trata de un proyecto de una urbanización. En esta consideración también suelen incluirse los tejados.
Los Edificios históricos, edificios protegidos y otras construcciones que están sujetas a normativas especiales presentan mayores dificultades cuando se trata de hacer reformas. En caso de que la vivienda se encuentre en un edificio con estas características, las limitaciones son aún mayores, y puede referirse tanto a la fachada y los elementos externos, como al interior de la vivienda, la distribución o las paredes.