Una de las mejores formas de contribuir a tener un mundo mejor es cuidar del planeta, y hay pequeños gestos que nos pueden ayudar a hacerlo y que apenas nos cuestan más que unos minutos de nuestro tiempo. Uno de ellos es acudir a la farmacia a entregar los medicamentos sin terminar o caducados para echarlos en el punto SIGRE. ¿Pero sabemos lo que es este lugar? Se trata de un pequeño contenedor que se encuentra en todas las farmacias, desde en la más equipadas, como la farmacia Ramón Ventura, en Barcelona, donde además de dispensarte medicamentos te ofrecen otro tipo de servicios que dan desde el cuidado de la piel a incluso la ortopedia, hasta en las sucursales más diminutas de los pueblos. En la actualidad, más de veintiún mil farmacias en España disponen de estos lugares para depositar envases y restos de medicamentos de origen doméstico.
Esta recogida tiene un objetivo medioambiental, ya que buscar reducir los perjuicios medioambientales que los envases y restos de medicamentos pueden ocasiones mediante la prevención de los residuos en origen y el tratamiento correcto medioambiental de los residuos generados. Los medicamentos se encuadran dentro de los denominados contaminantes orgánicos emergentes, los cuales podrían ocasionar riesgos medioambientales y sanitarios si se mezclan con la basura doméstica o se tiran por el desagüe. Y el segundo objetivo es de carácter sanitario, favoreciendo la no acumulación de medicamentos en los hogares y sensibilizando al ciudadano sobre los riesgos sanitarios derivados del uso inadecuado de los mismos.
A este tipo de puntos, los usuarios pueden llevar los medicamentos caducados, aquellos que no necesiten, las cajas de medicamentos o los envases vacíos o con restos. Eso sí, hay que tener cuidado de no depositar agujas, termómetros, gasas, productos químicos, radiografías o pilas, ya que no es el lugar adecuado para su tratamiento. También es importante saber que las cajas de cartón y los envases de medicamentos de todo tipo, tengan aún restos del mismo o estén vacíos, no deben tirarse al contenedor azul del papel ni al amarillo de los envases y tampoco al verde del vidrio.
Los restos de medicamentos son residuos especiales. Aunque la legislación europea y española los asimila a residuos urbanos, requieren de un tratamiento específico y diferenciado que favorezca el cuidado y la conservación de la naturaleza.
Por esta razón, el sector farmacéutico creó SIGRE, cuyo objetivo es dar ese tratamiento medioambiental específico a los residuos de medicamentos de origen domiciliario y a sus envases. De hecho, el punto SIGRE no supone coste alguno para los ciudadanos de a pie. SIGRE es una entidad sin ánimo de lucro que se financia a través de las aportaciones que realizan los laboratorios farmacéuticos por cada producto que comercializan para su consumo en los domicilios particulares, por lo que no supone ningún coste para el ciudadano. Los laboratorios farmacéuticos cuentan con el apoyo y la colaboración de la distribución farmacéutica y de las oficinas de farmacia para llevar a cabo los objetivos medioambientales del sistema.
La planta de tratamiento de envases y residuos de medicamentos está ubicada en Tudela de Duero (Valladolid). Allí llegan todos los residuos depositados en los puntos SIGRE de las farmacias de España. Se trata de una planta innovadora que está incluso siendo estudiada a nivel mundial por diferentes países gracias a su alto grado de automatización y las innovaciones tecnológicas con las que cuenta dentro de sus procesos de selección y clasificación. Gracias a esto, además, reduce costes y mejora sustancialmente los porcentajes de reciclado de los envases de los medicamentos.