Ser conscientes y vivir el presente es la clave del éxito, pero seguir y no salir de esta senda es algo realmente difícil a nivel personal. Y el motivo no es otro porqué por un lado no sabemos cual es la senda que hemos mencionado, y por otro, no sabemos cómo llegar a ella porque no tenemos las herramientas.
Una de las necesidades de la sociedad de hoy en día es darse cuenta de que hay que enseñar a los niños inteligencia emocional para ser capaces de detectar comportamientos fuera de la felicidad, y poder llevarlos a un terreno en el que las situaciones negativas se vuelven trampolines hacia otras oportunidades.
Como mencionamos, a nivel personal es difícil mantener un equilibrio, pero a nivel de pareja ya es otro tema. Se dicen que las dos medias naranjas se unen y completan, pero realmente lo que hay en una multitud de ocasiones es una parte de la naranja bebiéndose el zumo de la otra media naranja.
Y no estamos hablando en clave sexual, nos estamos refiriendo a situaciones en las que una parte de la pareja, o las dos, no han conseguido superar problemas del pasado, y los guardan en el subconsciente, afectando todo esto a la estabilidad de la pareja. Si las dos personas se entienden, esto se puede arreglar acudiendo a los especialistas adecuados en terapia de pareja.
Ser valiente es dar el primer paso
En primer lugar, cuando la relación está aquejada de fallos de comunicación. Muchos problemas de pareja se basan en algo tan simple y tan complicado a la vez como los problemas de comunicación. Asistir a las sesiones de terapia de pareja puede servir para introducir en nuestra vida nuevas dinámicas de relación en las que la expresión directa y honesta de los puntos de vista de cada uno tenga un espacio reservado. Durante las mismas sesiones de terapia, de hecho, se van a producir los primeros intercambios de impresiones importantes que antes no se estaban realizando.
En segundo lugar, cuando se pasa por una crisis puntual. Si se tiene muy claro que los problemas experimentados en la relación obedecen a una crisis más o menos grave que tiene que ver con un hecho puntual, como un despido del trabajo o la muerte de un ser querido, la terapia de pareja puede ser de gran utilidad para hacer que esta experiencia dolorosa no se extienda también al ámbito privado de la relación.
En tercer lugar, cuando hay problemas en las relaciones íntimas. El momento de asistir a terapia de pareja es, también, ese en el que hay poca armonía en las relaciones íntimas y en la expresión de afectividad. Esto involucra una gran variedad de situaciones y va más allá del ámbito de la sexualidad. Cosas tan sencillas como las caricias, los momentos de mirarse a los ojos en silencio o los abrazos pueden ser un bien que escasea en algunas relaciones, y puede ser complicado «romper el hielo» para empezar a incorporar este tipo de conductas a la relación.
En cuarto lugar, cuando hay indecisión sobre los planes de futuro. Las relaciones de pareja son en parte el modo en el que se experimenta el presente, y en parte son, también, el modo en el que se planea el futuro juntos. Si se perciben discrepancias y conflictos en este segundo aspecto, la terapia de pareja puede ofrecer un espacio en el que cada parte de la relación encontrará nuevas herramientas para expresar expectativas que antes no sabía cómo expresar, y también se dispondrá del contexto adecuado para establecer una conversación honesta sobre lo que cada uno quiere encontrar en la relación.
Por último, cuando los hijos perturban demasiado la paz del hogar. La aparición de hijos e hijas suele ser un acontecimiento muy feliz, pero en ocasiones también puede hacer que y no se disponga del espacio necesario para hacer que la relación tenga sus momentos de intimidad. En la terapia de pareja se pueden discutir estrategias eficaces para que la relación sea adapte a esta situación.
En cualquier caso, un gabinete de psicología en el que confiar es el de Maribel Paz, una psicóloga de pareja en Madrid especializada en terapias de pareja, que gracias a su amplia experiencia y a su bagaje profesional, dispone de conocimientos que puede aplicar para escuchar, comprender y ayudar a sus pacientes.