A día de hoy, en nuestras sociedades modernas y cosmopolitas, y también debido a la mundialización, globalización, medios de transportes y nuevas tecnologías, son cada vez más numerosas las personas que deciden aprender idiomas, viajar o trabajar fuera de sus países de origen. Por ello, es cada vez más frecuente tener que recurrir para cualquier tipo de documento a los servicios de un traductor y/o intérprete jurado oficial.
Hace apenas unos años, los idiomas con los que solían trabajar las empresas de traducción eran, por decirlo de una manera, un tanto reducidos. Por aquel entonces, en efecto, la gran mayoría de las traducciones que se hacían eran en inglés o en francés. Pero, tal y como lo he subrayado más arriba, con la llegada de la globalización y de las nuevas tecnologías, el panorama ha cambiado bastante, y en la actualidad es posible encontrar traductores de casi cualquier idioma del mundo. Por lo menos, ello es posible en Jti, una agencia de traducción e interpretación online formada por un extenso y selecto equipo de traductores jurados oficiales nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y especializados en las traducciones juradas oficiales de todo tipo de documentos, como los títulos, escrituras públicas, contratos privados, certificados de defunción, balances financieros, resoluciones judiciales, pólizas de seguros, dictámenes médicos, informes técnicos, permisos de residencia, etc., traducidos por traductores jurados oficiales de la empresa a multitudes de idiomas, que van desde el alemán, árabe, bielorruso, búlgaro pasando por el catalán, checo, chino, coreano, croata, danés, finés, francés, gallego, griego, hebreo, húngaro, inglés, italiano, japonés, latín, lituano, portugués, hasta el macedonio, neerlandés, noruego, persa, polaco, rumano, ruso, serbio, sueco, ucraniano, vasco… Como lo podéis comprobar, son muy diferentes y variados y provienen de las cuatro partes del mundo.
Puede que en cualquier momento de tu vida necesites los servicios de un traductor…
No digas nunca de “este agua no beberé” o “este cura no es mi padre”, porque la vida da muchas vueltas y a menudo nos sorprende. Ello es viable también en este caso concreto, porque puede que en cualquier momento de tu vida necesites los servicios de un traductor, tal y como a mí me ha sucedido en distintas ocasiones. No es la primera vez, efectivamente, que me veo en la obligación de recurrir a los servicios de este tipo de profesionales. Hace ya cinco años tuve que hacerlo cuando me fui de lector a una de las universidades de Lille (Francia), al finalizar la carrera de filología hispánica. Fue una muy buena experiencia y me gustó y aprendí mucho con ella.
Por si os interesa y por si casualidad sois estudiantes, tenéis que saber que los auxiliares de conversación son ayudantes docentes que durante un curso escolar van a colaborar en la enseñanza del español en los centros escolares franceses de enseñanza primaria o secundaria. En este programa pueden participar estudiantes que estén en el último curso de carrera o que sean ya licenciados universitarios o/y, asimismo, maestros. Las funciones que deberán desempeñar serán las de ayudantes de prácticas de conversación, bajo la dirección y supervisión de un profesor titular, durante aproximadamente doce horas a la semana.
Francamente, se aprende mucho y ello te permite, además, ver y tener una idea de lo que es la docencia y si de verdad es algo que te gustará y a la que querrás dedicarte a partir de entonces y para siempre. Obviamente, tuvo un traductor jurado de francés que traducir todos los documentos que me iban a ser necesarios para que yo pudiera irme a trabajar allí (títulos, etc.). Años después, sucedió más o menos lo mismo pero al revés, es decir del francés al castellano, después de que necesitara una nueva traducción tras haber cursado un Máster en Francia. Por otra parte, y si os interesa saberlo igualmente, la agencia Jti propone, asimismo, traducciones e interpretaciones de todo tipo, no sólo juradas. Lo especifico porque tengo un amigo a quien uno de los traductores del despacho le tradujo la página web del castellano al inglés, así como del francés al alemán. Os lo digo y repito: el mundo actual es un pañuelo y con la globalización de nuestras sociedades y nuevas tecnologías no sería de extrañar que tarde o temprano tengáis que recurrir vosotros también a los servicios de un traductor y/o intérprete jurado…