Muchos no tenemos ni idea del poder que tienen las palabras en las reuniones presenciales. De hecho, desconocemos de forma increíble todo lo que podemos llegar a conseguir con unas pocas palabras bien escogidas y con el lenguaje corporal correcto. Influencias, cambios de perspectiva y de pensamiento, replanteamiento de situaciones… Hoy, os vamos a explicar por qué, a pesar de que la era informática venga pisando fuerte, las reuniones presenciales siguen siendo mucho más efectivas que las reuniones a distancia.
¿Qué es el lenguaje corporal?
El lenguaje corporal se refiere a la comunicación no verbal que utilizamos a través de gestos, posturas, expresiones faciales y movimientos corporales para transmitir información y emociones.
Funciona a través de la interpretación de los diferentes signos que emite el cuerpo. Por ejemplo, el cruce de brazos puede indicar una actitud defensiva o estar cerrado a nuevas ideas, mientras que una sonrisa muestra felicidad o satisfacción.
Además, el lenguaje corporal a menudo complementa lo que se está diciendo verbalmente, y en algunas ocasiones incluso puede contradecirlo. Los expertos en la materia pueden utilizar este conocimiento para mejorar su capacidad de comunicación y persuasión.
Algunos ejemplos de lenguaje corporal y su posible significado son:
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Mirar hacia arriba y a la derecha mientras se habla puede indicar que la persona está imaginando o recordando algo.
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Cruzar las piernas y apoyar un brazo en el reposabrazos del asiento al hablar con alguien puede indicar una postura defensiva o distante.
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Inclinar la cabeza ligeramente hacia un costado mientras se escucha puede indicar interés o atención.
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Fruncir el ceño puede indicar preocupación o descontento
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Sonreír con los ojos y la boca puede indicar felicidad genuina.
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Jugar con los dedos o con un objeto puede indicar nerviosismo o incomodidad.
Salió una serie policíaca en la televisión sobre hablaba sobre el lenguaje corporal y que, al menos a mí, me sirvió mucho para saber cómo funcionaba estas cosas tan interesantes. Échale un vistazo, puede que te guste tanto como a mí.
Es importante recordar que el lenguaje corporal puede variar en función de la cultura, el contexto y la persona. Es importante tener en cuenta varios aspectos al interpretarlo.
El poder de las palabras va ligado al lenguaje corporal
El lenguaje corporal puede reforzar e, incluso, llegar a contradecir las palabras que decimos, y puede tener un impacto realmente muy significativo en la forma en que nuestras palabras son recibidas y comprendidas por los demás.
Por ejemplo, si decimos algo con una voz trémula y mirando hacia abajo, es posible que los demás perciban nuestra inseguridad o falta de confianza en lo que decimos. Por otro lado, si decimos algo con seguridad y con unos hombros rectos y un contacto visual sólido, es mucho más probable que los demás crean en nuestro mensaje y lo reciban de manera positiva.
En resumen, las palabras que utilizamos son importantes, pero la forma en que las decimos también puede marcar la diferencia entre un mensaje efectivo y uno que no lo sea. Por lo tanto, es importante prestar atención a nuestro lenguaje corporal al comunicarnos para asegurarnos de que estamos enviando el mensaje que queremos transmitir.
Por ello, las reuniones presenciales son más efectivas
Las reuniones presenciales son más efectivas que las reuniones virtuales por varias razones:
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Comunicación no verbal: Durante una reunión presencial, los participantes pueden leer las señales no verbales de los demás, como la expresión facial, el lenguaje corporal y el tono de voz. Estas señales pueden proporcionar información valiosa sobre cómo se siente el otro y cómo está recibiendo la información que se está presentando.
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Atención: En una reunión presencial, los participantes tienden a prestar más atención y a participar más activamente que en una reunión virtual, donde pueden distraerse fácilmente con otras actividades.
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Mayor conexión interpersonal: En una reunión presencial, los participantes pueden establecer una conexión interpersonal más fuerte y trabajar mejor juntos que en una reunión virtual, donde la interacción se limita a la pantalla.
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Resolución de problemas en tiempo real: Las reuniones presenciales permiten la resolución de problemas en tiempo real, lo que puede llevar a una toma de decisiones más rápida y efectiva. En una reunión virtual, el tiempo de respuesta puede ser más lento debido a problemas técnicos o a la necesidad de coordinarse a través de diferentes zonas horarias.
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Creación de una atmósfera colaborativa: Las reuniones presenciales pueden generar un ambiente colaborativo en el que los participantes puedan desarrollar ideas y trabajar juntos para crear soluciones. Esto se debe a la sensación de estar en la misma habitación y la capacidad de hacer uso del espacio para hacer presentaciones y compartir información.
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Aclaración de dudas: En una reunión presencial, los participantes pueden hacer preguntas y aclaraciones al momento en que se presentan los temas. Esto ayuda a evitar confusiones y malentendidos. Además, puede ser más fácil para los participantes hacer preguntas en persona, en comparación con en una plataforma virtual.
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Fomento de la creatividad: La interacción en persona puede proporcionar una mayor inspiración y fomentar la creatividad en la búsqueda de soluciones a problemas complejos. La reunión presencial puede ser una excelente ocasión para estimular la creatividad y trabajar en equipo para desarrollar soluciones innovadoras.
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Fácil identificación de roles: En una reunión presencial es más fácil identificar los roles de cada persona y los aportes que pueden hacer en la realización de la tarea. Esto ayuda a mejorar la colaboración y productividad del grupo.
En resumen
Las reuniones presenciales pueden ser más efectivas porque permiten una mejor interacción interpersonal y una comunicación más fluida. Esto puede llevar a una mejor toma de decisiones en un entorno en el que se requiere trabajar en equipo. Sin embargo, en el mundo actual, las reuniones virtuales se han vuelto esenciales debido a la pandemia y la distancia física entre las personas. Por lo que, las reuniones virtuales deben ser consideradas seriamente y se deben tomar medidas para garantizar que sean lo más efectivas posibles.
Desde Mitre,126 – Workspace nos comentan que, a pesar del uso de salones online de reuniones (como zoom, meet o skype) muchas empresas siguen prefiriendo reunir a sus trabajadores en una sala corporativa para reuniones y, así, poder verles la cara. Escuchar de primera manos sus problemas, poder conocerlos en persona, que ellos los conozcan a ellos…
Por lo tanto, es una forma bastante efectiva de realizar reuniones de empresa.
Desventajas de las reuniones a distancia
Las reuniones profesionales a distancia pueden tener algunas desventajas en comparación con las reuniones en persona. Por ejemplo, la dificultad para mantener la atención y conexión personal, problemas técnicos y falta de recursos visuales, lo que puede afectar la productividad y eficacia de las mismas. No obstante, estas desventajas pueden ser superadas con una correcta planificación y preparación, así como el uso de herramientas y técnicas que fomenten la interacción y productividad del equipo de trabajo.
Algunas de las desventajas de las reuniones profesionales a distancia incluyen:
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Dificultad para mantener la atención y el compromiso: en una reunión virtual, es más fácil distraerse o perder la atención. Esto puede disminuir la participación y el compromiso de los participantes.
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Falta de interacción y conexión personal: las reuniones virtuales no proporcionan el mismo nivel de interacción y conexión personal que las reuniones presenciales. Esto puede dificultar la construcción de relaciones sólidas entre los participantes.
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Problemas técnicos y de conexión: las reuniones a distancia pueden ser interrumpidas por problemas técnicos o de conexión. Esto puede retrasar la reunión y dificultar la comunicación efectiva.
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Falta de recursos visuales: en una reunión virtual, puede ser difícil mostrar o compartir información de manera efectiva. Esto puede afectar negativamente la productividad y la toma de decisiones.
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Limitaciones de la plataforma: dependiendo de la plataforma utilizada, puede haber limitaciones en las funciones y herramientas disponibles. Esto puede afectar a la efectividad de la reunión.
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Barreras culturales y lingüísticas: las reuniones a distancia pueden presentar barreras culturales y lingüísticas. Esto puede hacer que la comunicación sea más difícil y menos efectiva.
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Falta de comunicación no verbal: en una reunión virtual, no se pueden percibir las señales no verbales, (gestos, lenguaje corporal, expresiones faciales y tono de voz). Esto puede dificultar la interpretación y la comprensión del mensaje.
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Dificultad para establecer prioridades: en una reunión virtual, puede ser difícil establecer prioridades y tomar decisiones debido a la falta de interacción personal y la falta de visualización clara de los objetivos y metas.
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Aislamiento laboral y emocional: los asistentes remotos a menudo pueden sentir aislamiento laboral y emocional. Esto puede afectar su contribución y motivación en la reunión.
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Falta de participación: el ritmo y la estructura de la reunión virtual pueden no ser adecuados para algunos miembros del equipo. Esto puede disminuir la participación del grupo y resultar en una comunicación insuficiente.
Consejo
Ya has visto la enorme cantidad de desventajas que puede llegar a tener una reunión virtual. Por lo tanto, si puedes permitírtelo y tienes a tu disposición empresas que te cedan un espacio para reuniones, no lo deseches y plantéatelo.
Por el bien de tus trabajadores y el de tu empresa.
¡Suerte!