España consigue descender sus cifras de fallecidos en accidentes de tráfico

Hacía mucho tiempo que las buenas noticias no llegaban por parte de la DGT pero por fin, a día de hoy, podemos decir que hay un nuevo mínimo histórico en el número de víctimas mortales por accidente desde 1960. Durante 2015, que es el año del que se tienen ahora datos completos (no sabremos nada de 2016 hasta que haya finalizado el mismo), se han producido 1018 accidentes mortales en los que han fallecido 1126 personas y 4843 han necesitado hospitalización, lo que significa que hay un descenso del 1% en el número de fallecidos y del 2% en heridos hospitalizados.

Lo malo es que no es oro todo lo que reluce, ya que ha habido un aumento del 3% en accidentes mortales. Pero bueno, por algo se empieza ¿no?

La cifra de fallecidos representa el mínimo histórico desde 1960, primer año en el que se tienen estadísticas, cuando hubo 1300 muertos, con un escenario de movilidad absolutamente distinto ya que hablamos de una flota de vehículos en circulación muy inferior a la actual (en 1960 había un millón de vehículos y en 2015 el parque automovilístico sobrepasa los 31 millones).

El mayor problema que se reflejan de estos datos es el siguiente. Mientras que en 1960 la mayor parte de los accidentes mortales se registraban por causa del mal estado de las carreteras y por la falta de seguridad en los vehículos: antes no era obligatorio el uso del cinturón, ni existían los airbags, ni la carrocería de los coches era tan dura como la de ahora. También es verdad que la velocidad que cogen nuestros vehículos actualmente es mucho mayor pero la realidad es que nadie nos obliga a apretar el acelerador por lo que esta obviedad es algo relativa.

Analizando los datos

Así pues… ¿si ahora hay más seguridad que antes, en todos los aspectos, por qué siguen habiendo tantos accidentes mortales? Desgraciadamente, en muchos casos, el culpable es la negligencia al volante: consumo de alcohol, no descansar lo suficiente y hacer las paradas oportunas, dormirse al volante, conducción bajo los efectos de ciertos medicamentos, velocidad que sobrepasa los límites establecidos por la ley, etc.

Es, por tanto, totalmente real y tangible que muchos de los accidentados que resultan gravemente heridos e incluso fallecidos sufren las consecuencias de los actos de conductores ebrios o que no cumplen con la normativa vigente y, por ende, es su derecho buscar una indemnización. Este abogado especialista en indemnización de accidentes de tráfico del despacho de abogados Durán & Durán es experto en asesorar y defender a víctimas de accidentes de tráfico que se han visto inmersas en los mismos por causas ajenas a sus acciones.

Lo bueno es que con estos datos, la accidentalidad en carretera desciende por duodécimo año consecutivo, descenso que se refleja en el primero diario de víctimas mortales que ha pasado de 11,6 muertos a 3,1.

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