Vivimos en un momento en el que la Ley lo regula, si no todo, prácticamente todo. Y es que las experiencias que acumulamos los ciudadanos y las ciudadanas con el paso de los años nos hacen pensar que es mejor operar de esta manera. Desde luego, es evidente que, habiendo una Ley, tenemos una mayor garantía del cumplimiento de las normas básicas de convivencia entre todas las personas que componemos esta sociedad. Y es que no es para menos. La tranquilidad que nos deja la existencia de una determinada legislación es realmente importante.
Uno de los aspectos en los que más se ha operado en los últimos años es en la relativa a las propiedades en las que residen varios vecinos. Las comunidades de vecinos son, en muchas ocasiones, un foco realmente grande de problemas. Y eso es bastante triste. Por eso, desde diferentes instancias se ha apostado por regular un poquito mejor este tema. Y lo cierto es que los resultados están siendo bastante positivos. En los párrafos que siguen, os vamos a comentar una cuestión que viene convirtiéndose en habitual en los últimos tiempos y que pone en relación a estas comunidades con vehículos como lo son las caravanas. Curioso, ¿verdad? ¡Seguid leyendo!
El caso ya empieza a ser conocido en varias ciudades españolas. Da la casualidad de que muchas de las caravanas que acuden hasta nuestro país (y otras muchas de los propios españoles y españolas) se instalan en lugares que no son públicos, sino que pertenecen a un edificio cuya propiedad depende de una variedad de vecinos y vecinas. Lo cierto es que esta situación es incómoda para esas personas, puesto que por un lado veían invadido su propio terreno y, por el otro, se ven obligadas a expulsar a esas personas hacia otro lado.
Puede parecer que este tipo de cuestiones no suceden, pero lo cierto es que es tan real como la vida misma. Muchos Ayuntamientos destinan una serie de plazas de aparcamiento a las personas que viven en comunidades de vecinos y, especialmente en las que se encuentran en el extrarradio de esas ciudades y municipios, se produce este tipo de pequeñas invasiones. Pero, por suerte, representantes de ambos intereses (los de las comunidades afectadas y los de las caravanas) ya se han mantenido contactos para presionar a las entidades públicas para que instalen puntos de aparcamiento de caravanas en núcleos urbanos.
Los usuarios de caravanas han mostrado su preocupación en los últimos años acerca de las pocas plazas de aparcamiento que existen para este tipo de vehículos en las ciudades españolas, pero han encontrado en las comunidades de vecinos un apoyo que en los tiempos que corren les es fundamental por los motivos que os comentamos en este artículo. Desde una entidad como lo es Car Rent Milladoiro, especializada en el alquiler de este tipo de vehículos, nos han hablado de este tema y nos han confirmado que, gracias al apoyo de estas entidades, se están consiguiendo grandes avances en España.
Las caravanas, un fenómeno social
No cabe la menor duda de que adquirir una caravana es algo que ya es mucho más habitual de lo que podemos llegar a pensar. Veamos qué dicen los datos. Según el portal web Hosteltur, España recibe un total de 250.000 autocaravanas al año. Y es que son muchos los turistas extranjeros que acuden hasta el interior de nuestras fronteras con el objetivo de disfrutar de nuestros paisajes y nuestro clima durante sus vacaciones. La autocaravana es, de largo, la mejor apuesta para ello.
Esta fiebre por el ‘caravaning’ se ha confirmado por los propios medios de comunicación. Uno de ellos es la agencia de noticias Europa Press, que afirmaba en uno de sus artículos que este fenómeno ya hacía que 750.000 personas fueran a viajar en caravana por España durante el año 2018. No cabe la menor duda de que se trata de un dato que es realmente importante y que pone de manifiesto que este tipo de turismo es de los más relevantes en los tiempos que corren.
Todo lo que os hemos comentado en estos dos últimos párrafos sirve para argumentar por qué es tan importante un fenómeno como este y para dar por hecho que esta fiebre tiene mucho futuro por delante. Y es curiosa la relación que ha surgido entre las personas que lo practican y las personas que viven en determinadas comunidades de vecinos. Desde luego, entre ambos colectivos se ha hecho posible que aumente el número de plazas de aparcamiento para caravanas. Seguir mejorando en este sentido y en varios puntos de nuestra geografía es necesario para garantizar también los derechos de los practicantes de este tipo de turismo.