El wifi ha supuesto una revolución en la comunidad de vecinos. Casi al igual que en su época fue el vídeo comunitario, ahora todo el mundo intenta ahorrarse unos euros de la manera más fácil. Ahora bien, siempre vienen las teleoperadoras para marcar su territorio. ¿Pero es legal? Os voy a contar lo que ocurrió en mi bloque. Todo comenzó cuando acudí a la Tienda IDC para comprar un buen equipo informático.
Como mi nuevo ordenador cumplía con todas las garantías, propuse a la comunidad de vecinos que desde mi Router se pudiera suministrar a todos los vecinos. Una noticia que no me resultaba desconocida ya que leí que e una comunidad de Fuerteventura al menos una decena se sumó al plan. Con una velocidad de dos megabites por segundo, se emplearon dos líneas ADSL y varios repetidores. En septiembre de 2010 la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) lo declaró una práctica legal que no requiere de ningún permiso.
Pues bien, nos asesoramos y estábamos en lo cierto, la comisión del mercado de las telecomunicaciones confirma que se puede contratar un único acceso a Internet para toda la comunidad porque “no hay un ánimo de lucro, el servicio no está abierto al público general y la comunidad de propietarios no se hace responsable de la prestación del servicio ni ofrece un servicio de atención al cliente”.
Beneficios
Sin duda, tenemos una serie de ventajas que yo recomiendo que lo plantéis en la próxima reunión de vecinos. Os cuento cómo lo estamos haciendo nosotros. Cada vecino paga sólo su parte, ¿cómo se calcula? Pues es el resultado de dividir el número de líneas instaladas entre el número de viviendas. Cada propietario suele pagar entre 5 y 10 euros al mes. De esta manera, se evita el robarle el wifi al vecino, que era uno de los males de este país.
Normalmente, las empresas instaladoras que están especializadas en este tipo de servicios son muy profesionales y procuran atender con la máxima celeridad y eficacia las incidencias que puedan ocurrir.
Además, hemos notado que la compañía instaladora suele implantar claves y filtros mac para no dejar un ordenador a disposición de cualquier desaprensivo. También establecen cortafuegos y sistemas ids de detección de intrusos, que son muy efectivos.
Como te decía antes, todo esto me recuerda a los años 80, cuando llegó el video comunitario. Si eres de la generación de los 90 no sabrás nada de esto, pero si has vivido con la Bola de Cristal y con Tocata seguro que sí. Consistía en que el presidente de la comunidad, o en su defecto el vecino cinéfilo de turno, se acercaba a un videoclub, alquilaba unos cuantos estrenos y los reproducía para que se pudieran ver en todas a las casas a través de la antena colectiva. Las grandes distribuidoras cinematográficas, que perdían ingentes cantidades de dinero con estas sesiones de cine de barrio, consiguieron que se prohibieran por ley. ¿Pasará en esta ocasión lo mismo?
Está claro que la batalla de la piratería a veces es una batalla perdida, sin embargo, los estados a través de las leyes luchan contra ello. De momento la ley española no dice nada, así que vamos a seguir disfrutando de la banda ancha para todos en mi comunidad de vecinos. ¿Qué te parece? ¿Te animas a hacer algo así en tu comunidad?