Soy consciente de que en una comunidad de vecinos han de reinar la cordialidad, el respeto por el prójimo y los acuerdos porque, de lo contrario, la convivencia sería insoportable. Por eso, cuando llegas nuevo a un vecindario que ya tiene unas normas establecidas, has de respetarlas y si no te gustan no te mudes ahí (esa es mi opinión). Ahora bien, lo que no veo lógico es que no haya nada en contra de los animales y después de que un vecino adopte un perrito tú vayas a poner problemas.
Una de mis mejores amigas que además es mi cuñada, se compró hace un par de meses un perrito en Carpe Diem, un criadero de pastores alemanes. Normalmente tendemos a adoptar cachorros porque sabemos que hay muchos que necesitan un buen hogar pero, en este caso, mi cuñada tiene predilección por esta raza desde que, de pequeña, su padre le regaló a Tito, un amigo peludo hasta los 17 años, que era un pastor alemán, así que la acompañamos a este centro canino para que pudiera tener un nuevo amigo que le esperase en casa, con quien salir a hacer deporte y pasear y a quien cuidar todos los días que fuera de la misma raza que Tito.
Se llama Sherman, y es el perro más cariñoso, juguetón y bueno que he visto en mi vida, sólo tiene un problema: no le gusta estar solo.
Cuando Sherman se queda sólo en casa rasca el suelo porque se pone nervioso y a veces llora. Mi cuñada, como es muy responsable, lleva sin salir de noche desde que tiene al perro, para evitar así que moleste a los vecinos por las noches hasta que crezca y deje de llorar, pero por el día tiene que trabajar así que si tiene turno de mañana, o de tarde, hay ocho horas que el animal está solo en casa. El caso es que hay una vecina que trabaja muchas veces de noche, en enfermera, y duerme durante el día y, por lo visto, Sherman le molesta mucho, demasiado diría yo, y ha interpuesto una denuncia contra mi cuñada por el perrito.
La legislación acústica en España sólo establece prohibición a ciertas horas
Debido a ello, hemos puesto cámaras dentro de casa, para comprobar cómo de pesado se pone el perro cuando se queda solo y hemos podido observar que el animal llora, aproximadamente, durante 10 minutos, luego se cansa y se acurruca en su cama a dormir. Hemos preguntado a la vecina que vive justo encima de mi cuñada y a la de enfrente, pero ambas nos dicen que el animalito no molesta para nada, que a veces se le oye un “guau” pero nada más y que no tienen queja. Sin embargo, la vecina de abajo sigue llamando a la policía cada dos por tres porque asegura que Sherman no le deja dormir por el día cuando ha tenido guardia de noche. Lo que pasa es que la policía no puede hacer nada porque siempre es a horas a las que no está prohibido hacer ruido.
En una ocasión, la vecina de enfrente que sabía lo que estaba ocurriendo, se cruzó con esta vecina pesada y empezaron a hablar sobre el tema. El caso es que la pesada puso tan nerviosa a la vecina que vive frente a mi cuñada que ésta llego a decirle que si también la iba a denunciar su ponía música a las 12 del mediodía y, desde entonces, cada cierto tiempo, la mujer pone su música caribeña bastante más alta de lo normal a las 12 de la mañana o a las 6 de la tarde, es decir, a horas a las que nadie le puede decir nada, sólo para molestar a la vecina pesada de abajo y para apoyar a mi cuñada.