Seguro que muchas veces te has preguntado la responsabilidad que tiene el comprador y el consumidor cuando se compran muebles. Y es que el negocio de venta de muebles es muy activo, sobre todo a través de la venta on line. A mucha gente le puede preocupar qué puede ocurren con la garantía y con otras cosas. Ahora que tantas empresas desaparecen de la noche a la mañana, parece que tiene aún más importancia este tema de las garantías y las responsabilidades. Vamos a intentar comprobar qué dice la legislación en la venta de muebles.
Tienes que saber que la garantía de los muebles está regulada por ley desde hace tres años, cuando se estableció el plazo de dos años para los muebles nuevos y de un mínimo de uno para los de segunda mano, aunque este deberá ser pactado con el vendedor.
Por otro lado, y como aseguran desde Muebles Sáez, “en los casos en que el comprador considere que en el momento de la entrega el producto no se ajusta a lo estipulado en el Pedido, deberá ponerse en contacto con la empresa de forma inmediata indicando los datos del producto así como el daño que sufre, donde le indicaremos la forma de proceder”.
Además, con arreglo a la normativa aplicable, si el comprador está contratando como consumidor, podrá desistir del pedido (excepto cuando el objeto del mismo sea cualquiera de los productos respecto de los que se excluye el derecho de desistimiento en la Cláusula) en cualquier momento dentro del plazo de 7 días hábiles desde la fecha de entrega de su pedido.
¿Cuándo comienza la garantía?
El plazo de garantía, según establece la ley, comienza a contar desde el momento en que te entregan el mueble. Es decir desde el día en el que entra en tu casa. Será el que aparezca en la factura, ticket de compra o albarán de entrega, que por cierto, tienes que mantener. En este sentido, todo defecto o vicio que surja en los primeros seis meses, se entenderá que es originario, y será el vendedor el obligado a demostrar que el mueble estaba conforme con el contrato. Si la empresa es seria, no tendrá ningún problema en hacer la devolución.
Ahora bien, para que la garantía cubra los defectos aparecidos entre los seis meses y los dos años, será necesario que acredites y pruebes que el producto era defectuoso.
El etiquetado
Otro aspecto importante es cómo tiene que ir el etiquetado de un mueble. Los muebles puestos a disposición para la venta a personas consumidoras tienen, por ejemplo, que llevar incorporar una información eficaz, veraz y suficiente sobre sus características esenciales.
No inducirán a error o engaño por medio de inscripciones, signos, anagramas o dibujos. Y es que muchas veces, el cambio de una palabra o de un color, modifica y sirve para engañar al consumidor. Sobre todo, tienen que declarar la calidad o calidades del producto o de sus elementos en base a normas específicas de calidad, cuando dichas normas existan.
No te olvides de que tiene que llevar una etiqueta donde no falte ni un solo dato. Comprende la composición de la estructura (madera, metálica, metacrilato, plástico, vidrio,…), revestimientos (chapa, melamina, pvc,…), rellenos (espuma, muelles, fibra,…), acabados (cuero, algodón, tinte, cera, barniz,…) y aspectos decorativos (envejecido, decapado,…). La alusión a la composición se entiende realizada tanto a las partes visibles, como a las ocultas.
¿De dónde viene?
También es muy importante el origen. Y es que como suele pasar en los alimentos, queremos saber de dónde viene lo que estamos comprando. No es lo mismo pagar por una naranja de Valencia y luego enterarte de que era de China. Pues en los muebles pasa igual. En el caso de que no venga la procedencia, esto pudiera inducir a error a la persona consumidora en cuanto a su verdadero origen o procedencia del producto. En el caso de que sea de procedencia nacional se puede incluir la localidad, provincia o comunidad autónoma. En el caso de que fuera importado es aconsejable destacar el país de origen.
Con el precio pasa lo mismo. No es la primera vez que ves el mueble en el escaparate y cuando pasas por caja tiene un precio totalmente diferente. Y por supuesto, siempre a favor de la empresa. Por este motivo, debe indicarse el coste adicional por servicio de transporte, instalación y montaje. En el caso de que se trate de un mobiliario de conjunto deberá indicarse el precio individualizado de cada una de las partes que lo componen.
Ahora ya conoces un poco más sobre la legislación en la venta de muebles. Eso sí, no te tienes que preocupar si la compra la haces en una empresa de confianza.