Cuando me detengo a pensar en cómo vivimos, me doy cuenta de algo que me preocupa muchísimo, aunque tal vez sea la única (aunque espero que no): muchas veces, levantamos edificios sin pensar en las consecuencias para el planeta. Extraemos materiales, consumimos energía y generamos residuos sin preocuparnos demasiado. Pero, ¿y si pudieramos hacer las cosas de otra manera? ¿Y si, en lugar de simplemente reducir el daño, pudiéramos regenerarlo, devolverle algo a la naturaleza en lugar de quitárselo?
Así fue como descubrí la arquitectura regenerativa. No se trata solo de construir de manera sostenible, sino de dar un paso más allá. Se trata de diseñar edificios y espacios que no solo minimicen su impacto ambiental, sino que mejoren el entorno. Y esto es clave, porque nuestro planeta ya ha sufrido bastante.
Como dice Daniel Wahl: «Para cambiar de una cultura de suma cero (unos ganan, otros pierden) a una cultura sin suma cero (todos ganan, doble beneficio) se requiere una extensa colaboración para asegurarnos de que la naturaleza también gana (triple beneficio) y que gana en primer lugar, porque es proveedora de la abundancia de la que dependemos. Solo si colaboramos para crear un planeta más sano, diverso, vibrante y bioproductivo seremos capaces de crear culturas regenerativas en las que nada quede atrás y todos ganemos.»
Y eso es exactamente lo que necesitamos. No basta con hacer menos daño, hay que hacer las cosas bien desde el principio.
¿Qué es la arquitectura regenerativa y cuáles son sus beneficios?
Como bien acabamos de leer y nos explican los arquitectos expertos en este tema, Rizoma – Arquitectura regenerativa, “es un término introducido por el biólogo y cientista holístico Daniel Whal, que plantea un cambio de paradigma en el que se requiere adoptar una nueva conciencia para revertir el daño ecológico que ya hemos causado al medioambiente”. Se basa en la idea de que los edificios pueden ser parte del ecosistema en lugar de una carga para él.
Los beneficios son evidentes:
- Mejoran la biodiversidad. Un edificio regenerativo puede incluir techos verdes, jardines verticales y espacios para la fauna local.
- Ahorro energético. Aprovecha fuentes naturales como el sol y el viento para reducir el consumo de energía.
- Reducción de residuos. Se reutilizan materiales y se aplican principios de economía circular.
- Mayor bienestar. Estar rodeado de naturaleza mejora la salud mental y física de las personas.
Principios de la arquitectura regenerativa
Para que la arquitectura sea realmente regenerativa, hay algunos principios fundamentales que debemos tener en cuenta.
Vamos a repasarlos de una manera sencilla y clara:
Innovación tecnológica y tradición
A veces pensamos que lo moderno es siempre mejor, pero muchas soluciones del pasado siguen siendo igual de válidas hoy en día. La arquitectura regenerativa no rechaza la tecnología, sino que la integra con el conocimiento tradicional.
Antiguamente, las construcciones se diseñaban en armonía con el clima y los materiales disponibles en la zona. Techos altos, patios interiores, muros gruesos de adobe o sistemas de ventilación natural son ejemplos de soluciones que siguen funcionando perfectamente.
La tecnología nos permite mejorar esos conceptos y optimizar su rendimiento. Podemos aplicar nuevos materiales, mejorar el aislamiento o automatizar ciertos procesos sin perder la esencia de lo tradicional.
La combinación de innovación y saber popular da lugar a espacios más sostenibles, confortables y adaptados a las necesidades actuales sin romper el vínculo con el entorno.
Arquitectura popular
Cada región ha desarrollado su propia arquitectura en función de su clima, sus recursos y su cultura. Este conocimiento, transmitido de generación en generación, es el resultado de siglos de adaptación al medio.
En climas cálidos se han usado patios y corredores sombreados, mientras que en zonas frías predominan los muros gruesos para conservar el calor.
Recuperar y actualizar estas soluciones es clave para lograr construcciones más eficientes y ecológicas.
El uso de materiales locales reduce la huella ecológica y fortalece la economía de la zona. Además, mantiene la identidad cultural y evita diseños genéricos que no se adaptan al lugar.
La arquitectura popular no es solo tradición, es una respuesta inteligente y sostenible a las condiciones del entorno.
Bioconstrucción
La bioconstrucción busca crear espacios respetuosos con los ciclos naturales. Se basa en el uso de materiales ecológicos, saludables y de bajo impacto, como madera, tierra, paja o piedra.
Estos materiales permiten que los edificios «respiren», regulando la humedad y la temperatura de forma natural.
También se fomenta el reciclaje y la reutilización, reduciendo la generación de residuos.
Los diseños deben integrarse con el entorno, minimizando la alteración del paisaje y aprovechando las condiciones naturales del terreno.
Esto mejora la eficiencia energética y crea espacios más saludables, armónicos y en sintonía con la naturaleza.
Diseño biológico
Inspirarse en la naturaleza no solo es estéticamente atractivo, sino también funcional y beneficioso para la salud. El diseño biológico considera la orientación del edificio, la entrada de luz natural y la ventilación cruzada.
Estos factores reducen el consumo energético y mejoran la calidad del aire interior.
Incorporar elementos como jardines, fuentes de agua o materiales orgánicos genera bienestar y conexión con el entorno.
Las formas orgánicas, inspiradas en la naturaleza, hacen que los espacios sean más acogedores y fluidos.
La arquitectura regenerativa busca que los edificios sean parte de un ecosistema más amplio.
El objetivo es respetar los procesos naturales y promover una convivencia equilibrada entre el ser humano y su entorno.
Materiales utilizados
Los materiales juegan un papel fundamental en la arquitectura regenerativa. Aquí algunos de los más utilizados:
- Cal y madera: Absorben CO2, son reciclables y aportan aislamiento térmico.
- Paja: Un residuo agrícola que se puede reutilizar en la construcción.
- Tierra: Usada desde hace siglos, es abundante y tiene un gran aislamiento térmico.
- Caña: Ligera pero resistente, ideal para estructuras flexibles.
- Piedra: Material local y con gran capacidad de almacenamiento térmico.
- Materiales prefabricados ecológicos: Como paneles de madera comprimida, celulosa reciclada y otros que reducen el impacto ambiental.
Instalaciones
Un edificio regenerativo no solo depende de los materiales, sino también de cómo se gestionan los recursos dentro de él.
- Diseño bioclimático: Se estudia cómo aprovechar la luz, el viento y la orientación para reducir el consumo de energía.
- Aislamiento eficiente: Cerramientos bien aislados evitan pérdidas de calor en invierno y mantienen fresco el interior en verano.
- Sistemas de calefacción y refrigeración pasivos: Como el muro trombe o el pozo canadiense, que regulan la temperatura sin necesidad de sistemas artificiales.
- Gestión del agua: Se reutiliza el agua de lluvia para riego y se usan sistemas de depuración de aguas grises.
- Energías renovables: Paneles solares, biomasa, aerogeneradores… el objetivo es que el edificio sea autosuficiente.
- Gestión de residuos: Desde el diseño mismo se piensa en reducir y reutilizar los desechos.
Preguntas frecuentes sobre la arquitectura regenerativa
A medida que la arquitectura regenerativa gana popularidad, surgen muchas dudas sobre cómo funciona, qué implica y hasta qué punto puede aplicarse en la vida real:
- ¿Es lo mismo la arquitectura regenerativa que la arquitectura sostenible?: No exactamente. La arquitectura sostenible busca reducir el impacto ambiental de la construcción, mientras que la regenerativa va un paso más allá: no solo minimiza el daño, sino que busca restaurar los ecosistemas y mejorar el entorno. Es una visión más activa y ambiciosa.
- ¿Se pueden aplicar sus principios en cualquier tipo de edificio?: Sí. Aunque a menudo se asocia con viviendas ecológicas, la arquitectura regenerativa puede aplicarse a oficinas, escuelas, hospitales y hasta rascacielos. Lo importante es diseñar cada edificio considerando su entorno, materiales y el impacto que genera.
- ¿Vivir en un edificio regenerativo es más caro?: No necesariamente. Aunque la inversión inicial puede ser mayor, el ahorro en energía, agua y mantenimiento hace que a largo plazo sea más rentable que una construcción convencional. Además, cada vez hay más incentivos y ayudas para este tipo de proyectos.
- ¿Qué pasa con los edificios ya construidos? ¿Se pueden volver regenerativos?: Sí, y de hecho, esta es una de las mejores formas de aplicar la arquitectura regenerativa en ciudades existentes. A través de remodelaciones, mejoras en eficiencia energética, incorporación de techos verdes y sistemas de reutilización de agua, es posible transformar construcciones tradicionales en espacios más sostenibles y regenerativos.
- ¿Cómo afecta la arquitectura regenerativa a nuestra salud?: Muchísimo. Estos edificios mejoran la calidad del aire, regulan la temperatura de forma natural y fomentan el contacto con la naturaleza, lo que reduce asímismo el estrés y mejora el bienestar físico y mental.
Como ves, al final, no se trata solo de cuidar el planeta, sino también de cuidar a quienes lo habitamos.
Es una solución estupenda, tal y como están las cosas
La arquitectura regenerativa es una necesidad urgente. No podemos seguir construyendo como si los recursos fueran infinitos: necesitamos un cambio de mentalidad, de explotar la naturaleza a colaborar con ella.
Esto no es solo un tema de arquitectos o constructores. Todos tenemos un papel en esta transformación. Como habitantes de este planeta, es nuestra responsabilidad exigir, apoyar y promover soluciones que no solo reduzcan el impacto ambiental, sino que regeneren el ecosistema en el que vivimos.
Porque, al final del día, la pregunta no es si podemos permitirnos construir de manera regenerativa. La verdadera pregunta es: ¿podemos permitirnos no hacerlo?